lunes, 13 de julio de 2009

BLAS INFANTE Y EL ISLAM


Ali Manzano/Identidad Andaluza

En 1983 el Parlamento de Andalucía aprueba por unanimidad el Preámbulo del Estatuto de Autonomía para Andalucía, que reconoce a Blas Infante “como Padre de la Patria Andaluza e ilustre precursor de la lucha por la consecución del Estatuto de Autonomía para Andalucía”. En aquella época, se necesitaba un “icono” y unos símbolos que aglutinaran a los andaluces en torno a la clase política. En la incipiente democracia, tras una transición no exenta de problemas y de concesiones por parte de los partidos de izquierda, el Partido Socialista Andaluz (P.S.A.), consigue meter un gol a los partidos centralistas con el nombramiento de Blas Infante como “Padre de la Patria Andaluza” y la aceptación de los símbolos adoptados por él en la Asamblea de Ronda. Como “icono”, reunía todas las características exigibles: mártir, asesinado por la derecha “españolista” y representante de aquel intento autonomista que la dictadura del general Franco truncó.
Pero si rompemos el “icono”, el “cliché” de Blas Infante que los políticos nos han hecho llegar, nos encontramos con una obra y un pensamiento, acompañados de acción social, política y cultural, que seguramente, ni a los políticos de ahora ni a los de antes les resulte cómodo. En todos los órdenes de la vida, Blas Infante fue un “revolucionario” que vivió y pensó a “contracorriente”, renunciando a los privilegios de los que su clase social disfrutaba. Perteneciendo a la burguesía andaluza, abraza la causa de los jornaleros, de los descendientes de aquellos moriscos que la terrible conquista Castellana dejara sin tierras. Tras recibir una formación académica donde la historia de Andalucía no existía, sino a través de la visión sesgada e interesada de los colonizadores castellanos, la revisa, dándonos las claves y el camino para la recuperación de la memoria histórica, oculta tras quinientos años de aculturación. Y por último, lo que más puede molestar a los representantes de las instituciones, del poder, de la enseñanza, un Blas Infante que naciendo cristiano se reconoce musulmán, recuperando el “Din”(camino del Islam) de sus antepasados, la fuerza impulsora de Al-Andalus.
Hoy, 15 de Septiembre, se cumple el 81 aniversario de la “Shahada” de Blas Infante Pérez. Este acto de la “Shahada”, supone su reconocimiento como musulmán. Para muchos, este dato resultará increíble, falso, o un intento de un grupo de “moros” para hacernos creer que el “Padre de la Patria Andaluza” es miembro de su “secta”. Debido a innumerables prejuicios, les gustaría un Blas Infante cristiano, ateo o incluso masón. Para otros, resulta políticamente incorrecto, emparentarnos con el Islam a través de un Infante “moro”, relegando toda la obra de Infante a un tercer mundo al que nadie quiere volver la vista.
Si nos quitamos los velos que sobre nuestra mente han colocado los prejuicios culturales que 500 años de “guerra contra el moro” y una educación “uniculturalista” impuesta, veremos y comprenderemos a través de los datos y argumentos que a continuación exponemos, el proceso y las motivaciones que condujeron a Infante por un camino que solo podía llevarle al Islam. Esta “metamorfosis” que sufre Infante: nace “cristiano” hasta llegar al “Islam”, no es exclusiva de él, pues antes y después, han sido innumerables los andaluces que han seguido el mismo camino, aunque el caso de Blas Infante es muy especial por estar marcado por una cualidad nada común en el ser humano: la intuición. Blas Infante, no inventó nada, no creó nada, pero su intuición le llevó a descubrir todo un Universo que los andaluces teníamos velado tras la conquista Castellana. No nos estamos refiriendo solamente a la historia, tan diferente de aquella que nuestros conquistadores nos han contado, sino a filosofía, ciencia, literatura, arte, espiritualidad…en definitiva, Identidad. Nadie desde la conquista cristiana tuvo la capacidad de compilar la esencia de Andalucía, la identidad perdida. Solo la INTUICIÓN de Infante fue capaz de rescatar lo que nuestros conquistadores, con tanto afán intentan ocultarnos.
“Los regionalistas o nacionalistas andaluces -sentencia Infante- nada vinimos a inventar: nos hubimos de limitar, simplemente a reconocer en este orden lo creado por nuestro pueblo, en justificación de nuestra Historia”.
Las recientes investigaciones en numerosos campos de la ciencia han confirmado las Intuiciones de Infante, así como revalorizado su obra al confirmar la certeza de las intuiciones a las que nos hemos referido.
La Intuición de Andalucía lleva a Blas Infante al Islam, al descubrir, al intuir, la importancia y la influencia del Islam en el movimiento revolucionario que a partir del siglo VII comenzó a provocar el despertar del genio andaluz, hasta el afloramiento de esa civilización que denominaron Al-Andalus, orgullo de todo andaluz y objeto de la envidia universal.
Blas Infante fue un “buscador”, en el plano personal y en el colectivo. Nunca dejó de hacerse preguntas, de buscar respuestas que le condujeran a él y a su gran pasión, Andalucía, por el camino de la liberación. Ese camino de liberación, le lleva a volver la mirada a la historia, a buscar un punto de partida, encontrándolo en el periodo histórico de más brillo cultural, científico, social y político: Al-Andalus, descubriendo lo que él llama “el enriquecimiento de motivos para la voluntad de ser”. Infante quería dotar al pueblo andaluz del orgullo y la identidad perdida, como instrumento de liberación, por lo que la primera tarea que se impone es la de rescatar la historia, la de dotar a Andalucía de una interpretación histórica desde su propio ser, sin mentiras y sin intereses extraños a ella, con valentía y sin prejuicios ni complejos.
Infante empieza a “saborear” Al-Andalus en las obras de Ribera y Tarragó, Asín Palacios, Dozy, Levy Provençal, etc. En 1921, estudia la historia de Al-Mutamid, el Rey poeta de Sevilla y Córdoba, escribiendo el drama teatral “Mutamid, último Rey de Sevilla”. La “metamorfosis” ha comenzado. El joven notario de Casares es abducido por el Universo andalusí, no conformándose con ser un mero espectador, queriendo participar de la experiencia de Al-Andalus, buceando en su ser, interiorizando la esencia de la filosofía que despertó al genio andalusí, bebiendo de los orígenes intelectuales de Al-Andalus, convirtiéndose en protagonista de su drama teatral, para lo cual comienza a preparar el viaje que le llevaría hasta la tumba de Al-Mutamid en Agmhat, población cercana a Marrakech.
Una vez tomada la decisión de viajar hasta Agmhat para dar continuidad a las peregrinaciones que se hacían desde Al-Andalus para rendir homenaje a Al-Mutamid, último rey de Sevilla, comienza a preparar el viaje. Seiscientos años después del último andaluz que peregrinó a la tumba de Al-Mutamid, Ibn al-Jatib, hayib de Granada, otro andaluz estaba dispuesto a recuperar el homenaje a un hombre que representó y aún hoy representa la esencia de Andalucía, de ese Islam andaluz, ortodoxo, aunque muchas opiniones interesadas, desde el norte y desde el Sur, nos quieran convencer de que la ortodoxia islámica es ese conjunto de dogmas asfixiantes que las tradiciones de los pueblos llamados “islámicos” nos quieren imponer. Andalucía, tierra a la que el Islam llevó las herramientas con las que forjar la libertad, basada en el respeto a todas las formas de entender la vida y la espiritualidad, se encuentra presionada y encorsetada por los terribles fundamentalismos de los pueblos del Norte y del Sur, que en tiempos de Al-Mutamid en Sevilla y de Boabdil en Granada, terminaron con el sueño de un pueblo, que una mañana fría, en Enero del año 1492 se levantó esclavo del odio y de la envidia de los bárbaros pueblos del Norte.
Con la ilusión del que busca un tesoro, Blas Infante inicia los preparativos del viaje que le llevaría tras la huella de Al-Andalus, de esa Andalucía, que en nuestra tierra está semi-oculta bajo la bota de quinientos años de genocidio físico y cultural, pero que en Marruecos aún perdura en sus edificios construidos por Andaluces y en unas formas culturales heredadas por cientos de años de influencia andalusí.
Así, Blas Infante, persona disciplinada y organizada, que todo lo anotaba, nos dejó en uno de sus manuscritos el horario en el que dividía su tiempo:
“De 10 a 11.- Religión y filosofía.
De 11 a 1.- Estudio: peregrinación.
De 1 a 2.- Revistas.
De 2 a 3.- Idiomas.
De 5 a 7.- Notaria.
De 7 a 8.- Música.
De 8 a 9.- Clase.
De 12 a 2.- Escribir.
El documento no tiene desperdicio. Nos muestra el interés de Infante por conocer lo que él intuía como el motor del cambio que generó esa civilización que ya admiraba, Al-Andalus. Nos estamos refiriendo al Islam. Ese Islam que nos encontramos cada vez que buceamos en la historia de Al-Andalus, o cuando intentamos conocer las motivaciones que llevaron a nuestros antepasados a producir ese cambio “revolucionario” que dándole la vuelta a las estructuras económicas, políticas y sociales impuestas por la minoría Visigoda, sacaron a Andalucía de la negra Edad Media para anticipar el Renacimiento que siglos más tarde y gracias a la influencia Andalusí, llegaría a Europa.
Cada día, dedica Infante una hora para el estudio de Religión, refiriéndose sin duda al Islam y al Corán, del que fue un gran conocedor, como lo demuestran los dos Coranes de su biblioteca, manuscritos en los márgenes con sus comentarios.
Juan Antonio Lacomba en “Anuario de Investigaciones”, hace una llamada a “cuestiones fundamentales de su trayectoria interna, su historia, la historia que vivió, estudiar más su propia vida en sus múltiples dimensiones, su vida personal”. Aquí, acertadamente, Juan Antonio Lacomba nos llama la atención para indagar con profundidad en la vida íntima y espiritual de Blas Infante…un estudio que inevitablemente debe pasar por su relación con el Islam y con las Ibadas (prácticas) islámicas.
Otra hora del día, la dedica a estudiar “peregrinación”. En este apartado, tiene una gran importancia la lectura del libro de Mariano Pano “Viaje a la Meca”, en el que detalla todos los pormenores de la peregrinación a la Meca, desde su vertiente espiritual o mística hasta lo referente a los diferentes ritos y significados.
Y en este “Master” islámico, no podía faltar el estudio del idioma en el que fue escrito el Corán, el árabe. Este punto es de una gran importancia, habiendo sido pasado por alto por todos los estudiosos de la obra de Blas Infante, que por desconocimiento del Islam, no han podido valorar la importancia del dato. Un occidental, no estudia la lengua árabe para comunicarse con los pueblos del Magreb… estos no hablan árabe, sino un dialecto del mismo, con el que defectuosamente se entienden con los habitantes de la península Arábiga y con los pueblos que hablan el árabe clásico. El árabe, lengua del “Corán”, vehículo de transmisión de la “revelación Muhammadiana”, es la herramienta de la que se dota el Islam para impedir la tergiversación de los textos coránicos. No existe un Corán en Inglés o en Español. Las traducciones del Corán a otros idiomas que no sean el árabe, no son “Corán”, pues una traducción es siempre una interpretación, por lo que a todo musulmán le es recomendado leer el Corán a ser posible en árabe para poder interpretarlo de forma directa, sin intermediarios. Una de las palabras que más se repite en el Corán es la de “IKRA” (lee), que intenta evitar la instauración de una casta sacerdotal que nos imponga su interpretación de los textos coránicos, que como hemos visto a lo largo de la historia, deviene en la manipulación y en la tergiversación de los textos para el beneficio de una ideología o de una interpretación de los mismos que excluya al resto.
Infante, había aprendido el árabe con gran perfección, como lo demuestra el relato de la hija de Blas Infante, Luisa Infante y que Enrique Iniesta lo recoge en su obra “Blas Infante, toda su verdad”:
“De un aduar perdido, salieron varios hombres con espingardas amenazantes, que iban derechos a los tres viajeros (Infante, García Vidal, y Ben Moussa, chofer conocedor del chelba y oraní), don Blas agarró el brazo de José Luis: ¡calma Vidalito!. Y se dirigió en árabe a los atacantes, que se inclinaron ante el nombre de Mutamid y le invocaron con el título de “sultán de los sultanes”. Lo cuenta Luisa Infante”.
Lo que en principio era un viaje cultural para rendir homenaje al último hombre que reinó en una Sevilla libre, se convirtió en algo mucho más íntimo…¿quizás en su particular “Hayy”, (peregrinación a Meca) con el objeto de cumplir con uno de los pilares del Islam?
Enrique Iniesta lo cuenta de esta forma: “El viaje lo transfigura en peregrinación. Supera el interés cultural sin olvidarlo. Deja toda frivolidad turística. Va con todo el respeto a rendir su homenaje al Rey cumpliendo el ritual dispuesto en el Islam”.
En aquellos años, España estaba inmersa en la ocupación colonial del norte de África, encontrándose con gran resistencia por parte de las tropas de AbdelKrim, que infringieron numerosas derrotas al ejército español e innumerables bajas, por lo que la habitual ruta desde Tánger resultaba impracticable, optando por la ruta marítima Lisboa-Casablanca.
En los siguientes manuscritos de Infante, podemos ver el ánimo con el que se enfrenta a este peligroso viaje. Es el ánimo de un morisco andaluz, ávido de encontrarse con parte de su historia, con aquella que por serle ocultada es la más querida:
“Más de un millón de hermanos nuestros, de andaluces expulsados inicuamente de su solar -las causas de los pueblos jamás prescriben- hay esparcidos desde Tánger a Damasco, según comunicaba hace un año uno de nuestros más esforzados paladines, el infatigable y culto Gil Benumeya. El recuerdo de la Patria (…) lejos de esfumarse, se aviva cada día. Ellos constituyen, con el reconocimiento de los pueblos fraternos, que los mantienen en su hospitalidad, la élite de la sangre y del espíritu de esos países. Yo he convivido con ellos, he sufrido con ellos, he aspirado con ellos la esperanza de nuestra común redención porque esta redención o será común o no será nunca.
El año 1924 me determiné a reanudar las peregrinaciones que nuestros padres hicieron durante algún tiempo a la tumba de uno de los hombres más representativos del espíritu de nuestra tierra, Abu-l-Qasim ibn Abbad, rey verdadero de Sevilla, Córdoba, Málaga y el Algarbe. El último peregrino había sido un hijo de mi serranía de Ronda, Aljatib, ministro del sultán de Granada, en el siglo XIV. Seis siglos sin que Andalucía enviase ya su “saudad” por uno de sus hijos al sepulcro del Rey poeta que murió en el destierro lejano invocándola en sus versos dolorosos.
Merced a una serie de coincidencias afortunadas (…) pude llegar a encontrar la tumba del Rey en el derruido cementerio de Agmhat, al sur de Marraquech, en la vertiente sobre Marruecos del Alto Atlas.
En mi viaje, me acompañaba un intrépido muchacho catalán, gran espíritu, hoy residente en Oporto. Llegamos a Agmhat el día 15 de septiembre. Allí no había europeos, civiles o militares cuyas líneas francesas habíamos dejado atrás”.
“Solos, con un guía que nos prestó una kabila próxima y un intérprete oraní, sin cartas de presentación ni de referencia, no llevábamos más armas ni más guardas ni más brújula que nuestro entusiasmo y el nombre de Al-Andalus que desvanecía recelos, apaciguaba las irritaciones que nuestra audacia despertó alguna vez y nos abría las puertas de aquellos campesinos montañeses que tan pródigos fueron en su hospitalidad”.
En el contacto con ese pueblo marroquí, que añora Al-Andalus por considerarse descendiente y heredero cultural de aquellos moriscos que contra su voluntad emigraron al Magreb para conservar su lengua, costumbres y prácticas islámicas, es donde Infante encuentra el eslabón perdido entre la mítica y añorada Al-Andalus, velada a los andaluces por el manto de la conquista castellana, y la Andalucía de su época. Aquí, en Marrakech, ante innumerables e impresionantes vestigios del arte andaluz, y en compañía de descendientes de moriscos Andaluces, Infante encuentra la verdadera dimensión de pueblo, de nación:
“El pueblo andaluz fue arrojado de su Patria (…) por los reyes españoles y unos moran todavía en hermanos, pero extraños países y otros, los que quedaron y los que volvieron, los jornaleros moriscos que habitan el antiguo solar, son apartados inexorablemente de la tierra que enseñorean aún los conquistadores. Y es preciso unir a unos y otros. Los tiempos cada día serán más propicios. En este aspecto, hay un andalucismo como hay un sionismo. Nosotros tenemos, también, que reconstruir una Sión”.
” Llevaba encima la historia de ocho siglos de Islam andaluz y español, siete millones de población andalusí en el siglo X por 45.000 castellanos leoneses, León con 500 habitantes y Córdoba con 90.000, Sevilla con 80.000, Toledo con 32.000, Granada con 25.000, Valencia y Málaga con 15.000 tal como descubre Thomas F.Glick. Cela escribía del Rey Ordoño de León: en Medina Azahara, se quedó pasmado en sus ojos de rey pobre. Estos datos sorprenden y se han callado siempre en los espacios abiertos de la divulgación. Seria una puerilidad lanzarlos como proyectiles en cualquier sentido. O negarlos. La Historia era así y, en base a aquella verdad, nadie podrá suponer futuribles. “¡Hoy, España, Andalucía, sería qué sé yo que si no hubiera sucedido entonces qué sé yo qué…!”. Pero aquello merecería otro trato después de los estudios serios de la escuela de arabistas españoles. (Enrique Iniesta).
Blas Infante, no solo llevaba encima la historia de ocho siglos de Islam andaluz, sino la admiración y las ansias de recuperar la esencia de aquella civilización, la esencia de Andalucía. Con esta admiración, escribía sobre Al-Mutamid:
“Fue el último Rey indígena que representó digna y brillantemente una Nacionalidad y una cultura intelectual que sucumbieron bajo la dominación de los bárbaros invasores. Túvose por él una especie de predilección como por el más joven, como por el benjamín de esta numerosa familia de príncipes poetas que habían reinado en el Andalus. Se le echó de menos como a la última rosa de la primavera”.
“Ni los cristianos del Norte ni los fundamentalistas del Sur eran andaluces. Si la opinión vulgar admite y repite el carácter extranjero de las huestes africanas, debiera en lógica simetría llamar igual a aquellos “ifranyi”, que se decían herederos de la Bética cuando descendían a gritos de los bárbaros invasores godos que hundieron Roma. Tomás de Aquino llegó a Aristóteles gracias a nuestro Averroes. Todo un símbolo. Y el Dante…”
El día 15 de Septiembre de 1924, Blas Infante llega a Marrakech. Impresionado por esta ciudad escribiría:
“Caminando hacia el Sur, en la desierta llanura mogrebina, se aparece la enorme ciudad de Marrakech, como el centro de un oasis rodeado de palmeras, al pie del Alto Atlas que se extiende más allá de la ciudad, a lo largo del horizonte como una rígida muralla bermeja, primera de la ciudadela de montañas que, antes del gran desierto, defiende los senos africanos.
La Kutubia se adelanta en la visión ofreciéndome una emoción de hogar, anulando ante mi sensibilidad motivos o impresiones de extranjería (…). Una asociación de ideas modula y contesta la pregunta de la grácil torre acerca de sus dos únicas hermanas en la familia de las grandes torres almohades: la sevillana Giralda cubierta con el gorro del cautiverio de la pesada cúpula cristiana que sustituye el airón del minarete y la inconclusa que parece mutilada rabatí de Muley Hasan.
Yo no soy forastero en Marrakech. Los moros andaluces predominan en la constitución étnica de la medina musulmana. Presidiendo la soterrada construcción psíquica que mi recuerdo excava ahora, los espíritus de los andaluces ilustres inspiradores de los Califas más cultos del Mogreb que aquí tuvieron su centro imperial, la sombra acogedora de Ibn Tufail, el insuperable viviente hijo del vigilante, discierne aún hospitalidad a los peregrinos que vienen de su tierra andaluza (…). El pensamiento de Averroes (…) La silueta dulce de Ibn Arabi musita esta inquietante plegaria en la Puerta de la Ciudad (…) Marrakech es para mi peregrinación, el límite de la tierra Santa, del Templo. En las formas de mi espíritu, ahora, los ritos viven. El alma ahora tiene oración, se ha encendido un religioso fervor. Ha vestido el “hizam” del “alhinchante” (peregrino). Hago una ablución en la fuente de la historia, con fecundos valores, hijos de una cultura que se pretendió cegar y que se hizo subterránea y de oscuro discurso”.
El 15 de Septiembre de 1924, Blas Infante culmina su viaje ante la tumba de Al-Mutamid. Lo que en un principio fue un viaje cultural, tras la huella histórica de Al-Andalus, se ha convertido en un encuentro “espiritual”, un viaje que podríamos denominar “iniciatico”. A partir de aquí, Blas Infante no volvería a ser el mismo. Se ha encontrado con la riqueza de un Al-Andalus vivo en los descendientes de moriscos andaluces, y un Islam que no estaba solamente en los libros, que estaba lo suficientemente vivo como para sentirlo, en la manera en que solo un “mumin” (creyente) puede hacerlo, intuyéndolo con el corazón del que se abandona en Allah. Ante la tumba de Al-Mutamid, Infante repite el ritual que se realiza en Meca, como su particular forma de dar cumplimiento a uno de los cinco pilares de obligado cumplimiento en el Islam: el Hayy o peregrinación. Así, Infante da siete vueltas a la tumba de Al-Mutamid, en sentido opuesto al de las agujas del reloj, a semejanza de las siete vueltas que los peregrinos musulmanes dan en la Meca en torno a la Kaaba.
Pero, Blas Infante, que era una persona extremadamente comprometida con sus ideales, no podía conformarse solamente con este acto de homenaje a Al-Mutamid y a las creencias de aquellos hombres y mujeres que durante ocho siglos elevaron a Andalucía y al Islam a las más altas cotas del conocimiento. Su convencimiento le lleva al compromiso.
Muhammed Ali Cherif Kettani en su libro “Inbia’t al Islam fi Al-Andalus”, escrito en lengua árabe, cuya traducción podría ser “El resurgimiento del Islam en Al-Andalus”, editado por la Universidad de Islamabad en el año 1992, lo relata de la siguiente forma: 15 de Septiembre de 1924…“hace la “Shahada” en una pequeña mezquita de Agmhat”, adoptando el nombre de Ahmad. -“Ibn Al-Arabi, el gran maestro sufi andalusí, dice que el significado de esta raíz (se refiere a la raíz del nombre Ahmad) es poner en acto algo que estaba en potencia” (Antonio Medina, Cervantes y el Islam)-, “Sus testigos del acto por el que se reconocía musulmán, fueron dos andalusíes nacidos en Marruecos y descendientes de moriscos: Omar Dukali y otro de la kabila de Beni-Al-Ahmar”.
A su regreso a Andalucía, y una vez asimilados todos los pormenores de este viaje “iniciatico”, relataría la vivencia íntima de su experiencia espiritual de la siguiente forma:
“ Y lo más particular es que en los términos o realidades subjetivas que se desarrollaron en mi peregrinación a Agmhat, averiguo actos interiores que se expresaron con autenticidad gracias a las ceremonias o exterioridades del Ritual de los Alhiches (peregrinos) a la casa de Dios, la prohibida, la Caaba. Es decir, que, inversamente, los ritos muslímicos de la peregrinación a la Meca, son para mí la traducción mágica en actos materiales, o la aprehensión mimética externa (sin sentido para algunos como tales exterioridades culturales de cumplimiento mecánico) de hechos interiores plenos de significado profundo, expresivos del dinamismo espiritual que se verifica durante el transcurso de toda verdadera peregrinación”.
“Limpia la boca, pura es ahora la palabra de mi conciencia. He penetrado hasta lo más íntimo y desinteresado de mi ser, allá donde se abre la flor del primer imperativo que manda vivir, ser, para cada vez más ser. He visitado como todos los peregrinos el sepulcro de Eva al cual se allegan en aquel límite los alhinchantes del Islam”. (AAK, 4‑7).
Estos textos, demuestran una extraordinaria sinceridad de Blas Infante, relatándonos su experiencia en Agmhat, “peregrinación” y “Shahada”, como actos vividos con una intensidad que solo pueden ser fruto de su convencimiento y su compromiso con una forma de entender la espiritualidad. La metamorfosis ya se ha producido, encontrándonos a un Blas Infante “musulmán”.
El camino que lleva a Infante al Islam, puede parecer extraño para muchos. Para otros, puede parecer una extravagancia que solo se le puede permitir a los genios, producto de la ensoñoración y el embrujamiento que Al-Andalus ha ejercido en muchos personajes a lo largo de la historia, o un intento de imitar a aquellos reyes andalusíes, a los que Infante tanto admiraba.
Pero los que hemos seguido el mismo camino que Blas Infante, -Al-Andalus nos ha llevado al Islam-, sabemos de la fuerza interior del Islam y de los efectos que produce al interiorizar toda una filosofía y una forma de entender la vida, la creación y la espiritualidad, en base al compromiso con unos valores.
Su relación con el Islam no se queda en Agmhat. Continuaría durante toda su vida, en sus escritos, en su forma de entender la vida y en sus actos, con un compromiso reforzado para con su gente, su patria, su Din (camino del Islam), que le llevaría a vivir la etapa más productiva de su vida, tanto a nivel literario como político, y en la faceta en que más hincapié hacia: la divulgación de la historia y cultura andaluza, en su intento por librar la batalla en el campo en el que los conquistadores más daño nos habían hecho, el campo de la cultura:
“La historia del Islam peninsular ha sido descuidada durante mucho tiempo por el historiador profesional, el medievalista; quizás como resultado de la pervivencia, a través del nacionalismo (español) moderno de la vieja idea de “reconquista”, que tendía a considerar la presencia del Islam en la península como un accidente incapaz de sustentar derechos adquiridos de ningún tipo. Esto, unido a la falta de documentación adecuada, justifica el retraso de la investigación histórica sobre AI-Ándalus”.
El afán de estudio por el esplendor de Al-Ándalus, le lleva a estudiar la lengua árabe. Aprendizaje que realiza con una suficiencia como para ejercer de docente en los salones del propio Alcázar de Sevilla. La abundancia de textos manuscritos en lengua árabe y que tratan temas islámicos en su legado de inéditos, nos da idea del interés de la persona sobre el tema. (Manuel Ruiz).
Su interés por rescatar la cultura andalusí le lleva a la creación de los Centros Andaluces:
En este primer Centro se crean secciones de Historia, Arqueología, Música, Literatura, Bellas Artes, un Instituto de Estudios Americanistas, la Orquesta Sinfónica de Sevilla, se imparten clases de Filosofía Andaluza, Historia, Dibujo y Pintura, e incluso se dan clases gratuitas de árabe que imparte el propio Blas Infante y el magrebí Abd El-Kader , y que llega a tener 60 alumnos mientras en las escuelas de estudios árabes de Madrid y Granada apenas llegaban a la docena. En esta gran labor cultural incluyen una discoteca andaluza, trabajos arqueológicos sobre la cultura de Tartessos , una Biblioteca y publicaciones periódicas como la revista Amanecer desde 1933, que curiosamente editan bilingüe en castellano y en árabe para, según decían en su Editorial “enseñar a los moros la aspiración del Centro Andaluz relativa a llegar a restablecer con ellos nuestra antigua comunidad cultural, y a que nos llegase a servir de instrumento de hermandad con los moros andaluces (…) por ser los más cultos de todo el litoral africano norteño”, pidiendo al gobierno la entrega de la Sinagoga de Toledo a la Comunidad Hebrea y la Mezquita Aljama de Córdoba a la Islámica.
Incluso, en 1.931, las Juntas Liberalistas inician una campaña a favor de la construcción de una mezquita en Sevilla “no con ánimo de hacer profesión o confesión de una religión determinada, sino con el objeto de afirmar la libertad y pluralidad religiosas, elementos de síntesis de la Historia de Andalucía”. Para ello, elaboran un cuestionario para los lectores: “¿Qué lugar de Sevilla seria el más a propósito (sic) para situar el templo musulmán?. ¿De cuáles medios pudiéramos valernos para allegar los necesarios recursos?”.
Evidentemente, Infante no podía hacer público su Din islámico por las consecuencias profesionales, políticas y familiares que ello le acarrearía, viviendo su Islam en “Taquilla”, practicándolo y viviéndolo en su intimidad, sin hacerlo público, -tal como lo hicieron cientos de miles de moriscos desde la conquista castellana-, excusando, no sin convencimiento, la construcción de la Mezquita de Sevilla por motivos de “libertad y pluralidad religiosa”. No olvidemos que en estos tiempos, la iglesia católica tenía un gran poder, unido a los prejuicios contra el “moro” que quinientos años de aculturación habían impregnado al pueblo andaluz, sin olvidarnos que la “Santa Inquisición” había estado presente hasta mediados del siglo anterior.
En el “Congreso de los Pueblos sin Estado”, celebrado en Delhi (India), en el año 1930, al cual fue invitado Blas Infante, no pudiendo asistir, delegando su presencia en el poeta Abel Gudra, al que entregó un manuscrito de su puño y letra para que este lo leyera ante los congresistas:
“La revolución india es un mero episodio de la gran batalla. Las agitaciones de África lo son también. ¡Desengañaos! Nada conseguirán los pueblos esclavizados de Afro-Asia mientras que el despertar no venga a abrir los ojos, en la tierra sagrada de España, de nuestra cabeza, Andalucía”.
“¿Qué nos queda del Islam?. Nos queda del Islam el sentimiento de poder de Allah y su equilibrio. El Islam no es solo espiritualidad, es también movimiento. Vivir no es solamente una idea, sino un conocimiento, y este conocimiento es nuestra experiencia de Al-Andalus en su época de esplendor”.
” El Profeta de nuestros antepasados de Al-Andalus que, como todos los profetas, será nuestro profeta, (se refiere Blas Infante a Muhammad -s.a.s.-), y el de todos los hombres libres en tanto cuanto digan la verdad, anunció esta verdad incontrovertible: “¡Ay del día en que un espíritu no comprenda a otro espíritu. Porque el espíritu es espíritu como la luz es luz!” Trabajemos con suma cautela en estos principios para que Andalucía vuelva a ser inspirada por su propio genio y porque su libro vuelva a ser el Al-Korán como dice la Sura III:
“Aquellos a quienes les hemos dado Al-Korán y lo leen como deben leerlo”.(Blas Infante: Manuscritos Inéditos)
Que estas líneas sirvan de homenaje a un musulmán sincero, a un hombre que con su lucha y su pensamiento iluminó un sendero por el que muchos andaluces de conciencia, musulmanes o no, estamos andando en busca de un ideal que consiga que “los andaluces volvamos a ser lo que fuimos”.
Él, recuperando nuestro pasado nos ha mostrado el camino hacia el futuro. Que su “Baraka” nos de la luz necesaria para seguir su camino.
36 comentarios

Agata14 Noviembre, 2007 a las 10:49 am
Un punto de vista sobre Blas Infante inédito hasta el momento…si al final va a ser verdad lo que dice Vidal Quadras.

un andaluz14 Noviembre, 2007 a las 5:10 pm
Lo que se dice en el artículo, no es tan inédito. Cualquiera que lea a Blas Infante puede intuirlo. Lo novedoso, es el analisis de los textos de Infante desde la optica islámica. Y por favor…Agata, de lo que dice el artículo a lo del Vidal Quadras es como la noche y el dia.

Pingu19 Diciembre, 2007 a las 9:10 am
Tres veces han quitado de Wikipedia la shahada de Blas Infante. Siempre aducen que no está documentada, y que el Centro de Estudios Históricos de Andalucía no da por bueno el dato. ¿Alguien sabe dónde documentarlo? ¿No hay ninguna noticia cierta y segura, escrita y editada, que de fe cierta del hecho?

Ali21 Diciembre, 2007 a las 1:08 pm
Las fuentes de este dato están en el libro publicado por el Dr. Kettani y publicado en Marruecos y en otros paises del entorno, basado en los estudios que sobre el tema llevó a cabo el Dr. Kettani. Desgraciadamente, Kettani falleció y no hemos podido saber de donde parte el hecho concreto de la Shahada.Aunque el hecho de la Shahada no está publicamente documentado (hasta la fecha), los escritos de Kettani me merecen confianza por los comentarios conocidos de Blas Infante sobre la “peregrinación” a la tumba de Al-Motamid y el hecho de confeccionar un “Diario de peregrinaciones” que se encuentra entre la obra “inédita” de Blas Infante y que parece ser que va a seguir inédita por mucho tiempo, ya que los custodios de la obra no estan dispuestos a que los andaluces lo conozcamos. Posiblemente, este “Diario de peregrinaciones” pudiera aportarnos muchos datos sobre el tema.Sobre los documentos “inéditos” un historiador de prestigio como Manuel Ruiz Romero, en uno de sus articulos confirmaba el interes de Blas Infante por el Islam por la gran cantidad de textos manuscritos por Infante que hablaban sobre el tema.Otro elemento más, que puede corroborar el que Blas Infante hubiera hecho la Shahada, es la propia casa que Infante diseñó y decoró, Dar al-farah. Un concienzudo estudio de la casa, que se está preparando, nos va a sorprender y mucho sobre el Blas Infante islámico. La interpretación de Dar al Farah, que todavía nungun estudioso del tema se ha atrevido a encarar (excepto de formas muy superficiales) nos va a ofrecer una visión de Blas Infante muy en la linea de lo que venimos afirmando.Todos los datos que vamos recopilando sobre Blas Infante, nos llevan a la idea de que el relato del Dr. Kettani sobre la Shahada puede ser cierto. En el estudio y analisis de los ‘documentos inéditos’, si algún dia nos dejan estudiarlos, puede estar la prueba documental sobre este hecho.En cuanto al Centro de Estudios Historicos de Andalucía, se deberian de dedicar a difundir los textos de Blas Infante, los conocidos -por una exigua minoria- y no encontrados en las librerias y bibliotecas andaluzas y los “inéditos”. Ellos, que tienen acceso a los documentos -el presidente de esta organización es nieto de Blas Infante-y contacto con los custodios de los documentos, Junta de Andalucia, familia de blas Infante, Fundación Blas Infante, Padre Iniesta (este señor, sacerdote católico, ha sido durante muchos años el custodio de los documentos, y a pesar de haber publicado mucho sobre Blas Infante, nunca dió a conocer esos documentos ‘inéditos’) se podrian preocupar por hacerlos públicos y facilitar el acceso a los mismos a los que nos interesamos en la investigación de los documentos, en vez de actuar como censores de las investigaciones “heterodoxas”.
BLAS INFANTE, EL ISLAM Y GUSTAVO BUENO « Identidad Andaluza14 Enero, 2008 a las 6:56 pm
[...] BLAS INFANTE Y EL ISLAM ¿LA AMENAZA DE AL QAEDA ES UNA INVENCION TRAMPOSA DE BUSH? LOS MORISCOS QUE NO SE FUERON: Los gorrones [...]

silvia21 Marzo, 2008 a las 4:14 pm
ANDALUCIA TEN CUIDADO !!rariq ramadan a fuera de andalucia !!!!

Franck17 Abril, 2008 a las 6:33 pm
Quizás que Blas había fumado un porro antes de convertirse al Islam !!!

Fish8 Junio, 2008 a las 10:41 pm
Una cosa es defender la independencia de Andalucía y otra es creer que su cultura esislámica. La cultura de And. es la que es, con sus sevillanas, sus toros sus niñas y demás pero luego vienen unos colgados diciendo que la verdadera identidad es la musulmana y los pañuelos y no se que pollas… pero en que mundo vivís? No queremos madrassas aquí. Queremos libertad, algo que por lo de ahora ningún país de mayoría musulmana tiene… cuando vea que islam es compatible con democracia con libertad etc lo creeré, pero mientras la realidad os da la espalda.

Poison9 Junio, 2008 a las 4:43 pm
Por favor, Fish… no nos vengas con monsergas.
Lo que comentas es como si dijéramos que la cultura de Galicia es la que es, con sus vacas, sus mariscadoras, sus meigas y demás pero luego vienen unos colgados diciendo que la verdadera identidad es la celta y las trenzas rubias y no se que carallos… pero en que mundo vivís…???
Deberías saber qué es una madrassa antes de decir que no la quieres.

Alí9 Junio, 2008 a las 8:01 pm
Pues claro que la cultura andaluza es la que es. Y España es lo que es. Y el fascismo es lo que es…Pero hay que ir al fondo de las cosas, sin quedarnos en la superficie y sin aceptar todo lo que nos han contado sin el menor espíritu critico. La cultura andaluza es la que es porque hubo una conquista armada que aún perdura hoy en dia y se nos impuso una lengua, una religion, unas costumbres y hasta se nos obligó a bautizarnos y a cambiar de nombres; se nos obligó a emigrar, provocó miserias y hambre, además de represión y muerte…Y sí, la cultura andaluza es la que es.A pesar de tu aceptación de la Andalucia que nos han dejado los conquistadores, nuestras profundas, fundadas y comprometidas ideas de SOBERANIA están enraizadas en una historia y en una cultura cuya recuperación es imprescindible para la Andalucía del futuro, la auténtica, la que un día fué libre “Andalucía, con nombre islámico era libre, hoy es esclava” (Blas Infante). La guerra de conquista de Andalucía, fue una guerra de pillaje y de expolio, pero también religiosa. Los conquistadores, además de imponernos una cultura nos enseñaron el odio hacia la nuestra. Mientras no nos liberemos de esas cadenas pisquicas de odio al moro, los andaluces no llegaremos a ser libres, seguiremos siendo lo que nuestros conquistadores han querido hacer de nosotros, hombres y mujeres sin memoria, sin raices y sin futuro

Perplejo17 Junio, 2008 a las 11:49 am
Liberarse de “cadenas psíquicas” es liberarse del yugo de la religión, sea cual sea. No estoy dispuesto a aceptar una identidad andaluza fundamentada en motivos étnico-religiosos. Una cosa es reinvidicar la ríquisima herencia cultural de Al-andalus y otra plantear delirantes repúblicas islámicas.
Ya puestos podríamos fundamentarlo todo en la mitología tartéssica. Al menos seríamos mas originales…

Alí17 Junio, 2008 a las 6:20 pm
Sr. Perplejo, el que se ha quedado perplejo he sido yo y seguramente muchos otros lectores al leer lo que usted dice de “delirantes republicas islamicas”.Dígame en qué párrafo del artículo se habla de repúblicas islámicas, o simplemente de un estado islamico.Ustedes, los “españolazos”, se ponen de los nervios cada vez que leen la palabra ‘Islam’, no pudiendo soportarlo e imaginando feroces musulmanes conquistando la peninsula iberica e imponiendo su fé a todos los cristianos. Si se dá cuenta, achacan a los musulmanes todo lo que ustedes han echo en Andalucia.Por favor, leete el articulo completo antes de ‘encenderte’ con el titular.Ya está bien de que nos acuseis a los soberanistas andaluces de querer conformar una Identidad Andaluza en base a motivos etnicos-religiosos. Eso es totalmente falso y ningún grupo soberanista lo defiende. Por el contrario, el nacionalismo español sí está basado en esos principios que a usted tanto le molestan (si se trata de moros, claro).

Anónimo23 Junio, 2008 a las 7:08 am
Con este nauseabundo descubrimiento de un Blas Infante musulmán (intuído con la lectura de la letra del himno y del color verde de la bandera, ambos símbolos impuestos a los andaluces), se inicia un movimiento para la concienciación de los andaluces en el engaño cometido por Blas y de los otrora semiimportantes partidos políticos andalucistas (PSA y otros) que lograron engañar a los ingenuos e ignorantes andaluces, a mí incluído, y endosarnos una bandera y un himno ajenos a nuestra verdadera idiosincrasia cristiana y europea.
A pesar de los votos conseguidos en su día por estos partidos andalucistas, ahora tienen la representación que se merecen, es decir, nula. Y esto, sin que los andaluces que todavía les apoyan conozcan el origen de la bandera y del himno de Andalucía.
Lucharemos para dar a conocer a toda Andalucía las raíces de la bandera y del himno impuestos mediante engaño y aprovechando la ignorancia de los andaluces.
Bandera e himno andaluces…. ¡ FALSOS !

Fish29 Julio, 2008 a las 6:50 pm
Alí dijo
“Y sí, la cultura andaluza es la que es.A pesar de tu aceptación de la Andalucia que nos han dejado los conquistadores, nuestras profundas, fundadas y comprometidas ideas de SOBERANIA están enraizadas en una historia y en una cultura cuya recuperación es imprescindible para la Andalucía del futuro, la auténtica, la que un día fué libre “Andalucía, con nombre islámico era libre, hoy es esclava” (Blas Infante). La guerra de conquista de Andalucía, fue una guerra de pillaje y de expolio, pero también religiosa. Los conquistadores, además de imponernos una cultura nos enseñaron el odio hacia la nuestra”
Que conquista? De que vas? Aquí los únicos que conquistaron fueron unos colgados norteafricanos que no tenían nada mejor que hacer que llegar hasta poitiers cortando cabezas cristianas. No fue conquista lo nuestro, fue recuperación.
PD: No se si España es mala, pero te aseguro que es mejor que cualquier país de mayoría musulmana del mundo.

Federico9 Agosto, 2008 a las 1:12 am
Fish,reconquista, conquista, depende del punto de vista.Depues de 500 años o 800 de Andalucia musulmana todavia se puede decir “reconquista”? sobre todo cuando los reyes catolicos se reevendicaban de los visigodos ellos mismos conquistadores y convertidos al catolicismo solo 120 años antes de ser derrotados de Andalucia?
Lo tuyo? Andalucia no pertenece a nadie, son los andaluces que pertenecen a Andalucia, y a su Historia, no quieres asumirlo y lo siento por ti. Todavia estas ciego, espero que llegue el dia en que los andaluces como tu (si es que lo eres) se quiten el velo de sus ojos que les pusieron los Inquisitores.Si encontraron un ejemplario del Coran en una casa de Cutar (Malaga) no es porque los “colgados norteafricanos” como les llamas lo escondieron, es porque una familia andaluza vivia en esta casa de este pueblo hace mas de 500 años y que eran musulmanes, como mas de 80% de la poblacion de Al-Andalus.
P/D: el Islam andaluz era (y sigue siendo) un Islam abierto al Mundo, moderno, no eran talibanes.

salva19 Agosto, 2008 a las 6:45 pm
soy andalusi,queremos una andalusia libre y musulmana y mataremos por ello alahu akbar

Abdelkrim20 Agosto, 2008 a las 11:14 am
Por favor Salva, no te hagas pasar por musulmán para decir tonterias e intentar hacer quedar a los musulmanes como fanáticos violentos.Los musulmanes andaluces, queremos una Andalucía libre: de fanatismos y de imposiciones. Libertad para todos, de pensamiento, religión, política…y por supuesto, no vamos a matar a nadie para conseguirlo.Tahia Al-Andalus Horra

Antoine24 Agosto, 2008 a las 6:08 pm
Franck, el mismo porro que fumarían tus padres al bautizarte.

Anónimo25 Octubre, 2008 a las 11:30 am
Parece escrito por un neocruzado.
O por un islamista que viene siendo lo mismo.
Mira como ha acudido toda la bazofia frentista a comentar el artículo…
Pura especulación lo de Infante y el Islam.
Y la inmensa mayoría de los andalucistas somos laicistas.
Yo no me siento europeo. Europa es una gran mentira, pero no soy ni seré nunca musulmán. Como una mayoría sustancial de los andalucistas soy ateo/esceptico. Y el resto son cristianos. Musulmanes poquitos.
En el momento en que vuestro objetivo pasa a ser devolver la gloria a Andalucía, mediante el “desarrollo del Islam” os convertis en mis adversarios ideológicos.
En el momento en que reivindicais Al-Andalus “en toda su extensión” (Toledo o Vlanecia, vaya), es decir en el momento en el que abandonais la idea de andalucidad para subsumirnos en una mierda sudibérica o “hispana” os convertis en ENEMIGOS.
Viva Andalucía libre!
Putos necruzados uropedos!
Pobres esclavos del Islam!

monfi26 Octubre, 2008 a las 3:09 pm
Que pena me dás anonimo. No has entendido nada de lo que es Andalucía y mucho menos de su hitoria y de su larga lucha por la liberación nacional. ¿Cómo vas a liberar Andalucía si no te has liberado tú de los prejuicios que los conquistadores “españoles” nos inculcaron?. Empieza por conocer la historia de tu tierra para poder comprender la lucha de muchos andaluces. Sobre la “especulación” de Blas Infante y el Islam, argumentalo, porque la opinión contraria está suficientemente documentada y argumentada en el presente artículo. Comprendo que te joda por tus prejuicios hacia una Andalucía que siempre ha mirado hacia Oriente, pero que le vamos a hacer, las cosas son así.

anelaisi5 Noviembre, 2008 a las 1:14 pm
viendo y leyendo esto no me sorprende nada como va Andalucia .Podriamos respetarnos todos .Y todos unidos hacer un mundo mejor .Una Cordobesa…

José Manuel9 Diciembre, 2008 a las 11:54 pm
Alá. alabar. alabarda. alabardero. alabastro.alacena. alacrán. alado, da. alambique. alambrar.alambre. alameda. álamo. m. alarde. alargar.alarido. alarma. alarmar. alarmista. alazán. alba. falbacea. albahaca. albañil. albañilería. albardado, da. albardilla. albardón. . albaricoque. albatros.albedrío. albergue. albino, albo, ba. albóndiga.alborada. albornoz.alborotado, da.alborotar tr. alboroto. Alborozo, alborozo. m. Gran alegría. albricias, júbilo. álbum. albúmina. albura.alcachofa. alcahuete, ta. alcaide. alcaidía. alcalde.alcaldía. alcaloide. …..
Y así un ciento más, !ojala¡ y si Dios quiere acabemos comprendiendo que las religiones no deben ser obstaculo para que los pueblos se entiendan.Quienes así no lo desean son los enemigos de la paz.
!A la gente no le gusta que uno tenga su propia fe¡ Si escucharamos la fe de todos convendriamos en sus puntos de encuentro que son los más, los desencuentros son los intransigentes de uno u otro lado que nos quieren apartar del único Dios que es uno mismo. Y el aceptar al semejante de igual y similar deidad.
Lo dificil es ser honrado. Todos los honrados se respetan sean de la religion que sean. Pues este valor a conseguir les une.
Estudiar para que nadie os engañe pero con lo que aprendais no engañeis a los demas.

Almanzor de Barcelona15 Diciembre, 2008 a las 8:03 pm
En Este tema Blas Infante – rahemahou llah -ha descubrido q signefica la pura Andaluciaq todos añoramosha sacado el velo q tendaba los conquistadoressobre la Tierra verde de Andalucia para borrartodo lo q se llama ” moro ” o ” Islamico ” delterrerorio q gobernan ahora .Soy hijo de Tetuan de una familia Andaluz de origen Granadino … siempre amaba a mi Andalucia desde cuando era pequeño porque mis padres mis enseñaron esto .. no sabia nada de Blan Infante ni nada de eso hasta q vivia En Catalunya …. Siempre escuchaba y amaba la musica Andalusi y tenia una identidad q era perdida …. Ahora tengo esperanza de recuperar lo que llamamos el paraiso perdido ” AL ANDALUS ” … porque verdaderamnet era un paraiso .. fuente de la cultura y la ciencia de la civilizacion y Renacimiento cuando Europa estaba ” sumida ” en los siglos de La oscuridad de la Edad Media
He dedicado mi blog prencipal para mi patriay para mi pueblo
moriscoandaluz.skyblog.com
Asi que Andalucia es para Los Andaluces
y Siempre
Viva Andalucia Libre
TAHYA AL ANDALUS HORRA .

Salvador Gomez Garcia21 Diciembre, 2008 a las 7:23 pm
¡Viva España¡¡Viva Isabel La Catolica¡

juan rondeño22 Diciembre, 2008 a las 7:32 pm
Vamos a ver, acabo de descubrir éste sitio, y tengo que decir alguna cosa. Vds. discuten sobre Blas Infante, como los vascos discuten sobre Sabino Arana. No necesitamos ningún gurú, estamos hartos de cuentos chinos, que si el precursos de la patria, que si era islamista… Chorradas. Nosotros somos sencillamente producto de todos los pueblos que se asentaron aquí, y se mezclaron con nosotros, ó acaso los romanos no se mezclaron, y antes los fenicios, y después los árabes, los castellanos, y los aragoneses. Desde luego no voy a traicionar a aquéllos que nos dieron su cultura y su sangre, así que a los islamistas y arabistas, que se pongan a la cola, porque yo tengo sangre judía, descendiente de judíos teledanos, que se mezclaron con repobladores asturianos del valle del Duero. Así que no me vengáis con bobadas, soy tan andaluz como cualquiera y no necesito que ni Blas Infante, ni a nadie me de ningún carnet. He dicho.

El Joraique23 Diciembre, 2008 a las 9:53 am
Para empezar Juan rondeño: ¿te molesta que se hable de Blas Infante y que los andaluces intentemos conocer a una persona que luchó por la liberación de su tierra?. A mí no, y pienso que es necesario el debate, la discusión y la difusión. Lo contrario a esto es la censura y la represión, y ya nos han reprimido bastante durante 500 años en los que nos han borrado nuestra historia y nuestras señas de identidad.Los que dices nos dieron su cultura y su sangre -aquí te descubres como el español nacional-católico que sale por tu boca- no nos regalaron nada que los andaluces aceptaramos: nos quitaron nuestra cultura y nos impusieron otra por la fuerza de las armas, de la represión, la tortura. A pesar de ello, la cultura andaluza ha sobrevivido y es obligación de los andaluces de bién revivificarla y conservarla.Sobre las mezclas de sangre…¿te has dado cuenta que cuando se habla de los andaluces se comenta la mezcla de razas y de pueblos y no así cuando se hace referencia a otros pueblos como el castellano, el catalán, el francés o el alemán?, ¿porqué será? ¿o es que estos pueblos no tienen mezclas?.Según muchos historiadores e investigadores, a pesar de que los pueblos andaluces desde tiempos prehistoricos (Argar, Tartessos, turdetanos, beticos, Al-Andalus) han interactuado con otros pueblos, han influenciado y recibido influencias, pero su número nunca supuso un cambio sustancial en es estrato étnico andaluz.Te dejo un enlace que amplia el tema por se te interesa echarle un vistazo:http://identidadandaluza.wordpress.com/2008/10/08/derribando-mitos-andalucia-no-tiene-historia-propia/

fouad25 Diciembre, 2008 a las 1:11 pm
Tu AMOR corrientes en mis venas y en mi archivo de genes y se transmite de generación en generación , hasta que usted será nuestro …Nosotros tu verdadero hijosVIVA AL Andalous LIBREcaballero-andaluz@hotmail.fr

Oscar10 Enero, 2009 a las 3:00 am
Vaya pandilla de animales. Y encima se lo creen. Hay que ser tarugos.

Andaluz28 Febrero, 2009 a las 11:19 pm
Vaya panda de incultos…. me dais pena todos aquellos que reniegan del pasado…. gracias al pasado hoy somos lo que somos. No digo que seamos musulmanes, porque la mayoria somos cristianos; pero no podeis olvidar que nuestros antepasados eran quienes eran… por mucho que renegeis… que en eso debería daros verguenza…Estoy orgullosimo de mi pasado ARABE, ese que hace que sea moreno, que existan esas mujeres corbobesas bellisimas, y que por ellos hablamos como hablamos… entre otras muchisimas cosas. Y repito, soy cristiano.. pero no tiene nada que ver… eso no debe ser una traba ni un inconbeniente para saber y sentirse orgulloso de tener un pasado musulman.Asi que por favor, un poquito de respeto, ya no por mis tatarabuelos… sino tambien por los vuestros… os guste o no os guste… es asi… que por gente como vosotros se pierden la esencia de los pueblos.Y con respecto a mi bandera, y la de todos los andaluces… es que es esa nuestra bandera, es la bandera que trajo abderraman (boanco y verde) cuando yego a ANDALUCIA y la que hizo que se nos conociera en todo el mundo.Y si…¡VIVA ANDALUCIA LIBRE!
¡VIVA LA PERLA DE OCCIDENTE!

fatima az zahra4 Marzo, 2009 a las 4:44 pm
llevan mas de 500 años humillandonos en carne y alma pero aun asi no pueden con nosotros.
mientras existamos andaluces de conciencia les sera imposible, porque luchamos con la fuerza que nos da la razon.
muerte al estadoviva andalucia libreallah akbar

El Joraique4 Marzo, 2009 a las 7:54 pm
Así es hermana, 500 años de represión no han sido bastantes para hacernos olvidar el pasado. Muchas vidas ha costado mantener la memoria y mucho esfuerzo transmitirla. El recuerdo y la voluntad de volver a “ser lo que fuimos” es nuestra principal arma en esta batalla.
Tahia Al-Andalus Horra

Shaidhulud18 Marzo, 2009 a las 5:31 am
“Pues claro que la cultura andaluza es la que es. Y España es lo que es. Y el fascismo es lo que es…Pero hay que ir al fondo de las cosas, sin quedarnos en la superficie y sin aceptar todo lo que nos han contado sin el menor espíritu critico. La cultura andaluza es la que es porque hubo una conquista armada que aún perdura hoy en dia y se nos impuso una lengua, una religion, unas costumbres y hasta se nos obligó a bautizarnos y a cambiar de nombres; se nos obligó a emigrar, provocó miserias y hambre, además de represión y muerte…Y sí, la cultura andaluza es la que es.”
Conquista armada de Tariq y sus ordas en la Península.
Gracia me hace de lo que sabéis de historia, xD. ¿Conquistados por los Visigodos? Los Visigodos expulsaron a otros pueblos bárbaros de la Península Ibérica bajo mandato del Emperador Romano a cambio de tierras. A la caída de Rómulo Augústulo se independizaron. No conquistaron nada, lo ganaron por servicios prestados a Roma. xD. Eran un pueblo totalmente romanizado y ellos mismos se sentían herederos de Roma.
Otra cosa, mariposa. Al listo que a cogido el diccionario y todo lo que llevara AL lo ha considerado árabe… no eres más tonto porque tu madre te echó de su vientre a tiempo.A parte de Alá… los dos siguientes: alabar proviene del latín (no seas tan necio de asociarlo con alá), alabarda viene del alemán medio, lo mismo alabardero, xD.¿quieres que siga, pobre ignorante?alabastro viene del latín y éste a su vez del griego ἀλάβαστρος… pero supongo que no diste ni latín ni griego en tu puñetera vida.Con ignorantes como tú flaco favor hacéis a esa “neo-Yihad islamico-andaluz-independentista”

El Joraique18 Marzo, 2009 a las 12:38 pm
Sr. Shaidhulud, ¿tanto te jode que los andaluces reivindiquemos nuestro pasado, que has venido aquí a insultarnos? Lo único que demuestras de esta manera son tus prejuicios. Muchas ampollas estamos levantando entre todos esos ciudadanos de bién que vivian tan cómodos en sus sillones y en la seguridad de un estado que ha basado el bienestar de unos pocos en la explotación de hombres, mujeres y pueblos. Pero la siesta se ha acabado porque vamos a reclamar lo que es nuestro, el pasado y el futuro.
Tahia Al-Andalus Horra.

Juan E Montiel3 Junio, 2009 a las 1:03 pm
Sin duda la principal riqueza de Andalucía es el mestizaje cultural que se ha dado en esta tierra desde hace tres mil años. Los Iberos, Fenicios, Hispanos (romanos), árabes, judíos, godos, cristianos y luego los llegados de América, todos han dado a esta tierra una de las mayores herencias culturales en un territorio tan bien delimitado geográficamente. Es lógico que casi 800 años de gobierno bajo el Islam haya dejado una huella indeleble con el tiempo, sobre todo si en esa época se vivió el más importante periodo cultural no solo de este territorio, sino de toda Europa. El reconocer este pasado y descubrir las aportaciones que de estas tierras se hicieron para el mundo, no solo sirve para llenarnos de orgullo, sino para encontrar soluciones a las problemáticas actuales, retomando conocimientos que aquí se dieron hace mil años.
Seamos orgullosos de este mestizaje cultural y étnico y por favor, seamos conscientes de nuestra herencia cultural “mora”. Seguro que si estudiáramos ese periodo de la historia, encontraremos muchas sorpresas agradables y quien sabe, a lo mejor ideas para desarrollar nuestro territorio.

R. Roena12 Junio, 2009 a las 11:48 pm
Señores: con todos los respetos, esos conocimientos que trajo el Islam no los genero el Islam sino sus sabios que lo trajeron de la parte del Impero Romano que aun estaba en Oriente (Bizancio), de Alejandria, y de Asia. Esos sabios se hicieron musulmanes, unos por conviccion y otros por supervivencia.El tercer Califa del Islam, Umart, de los tiempos del profeta, ordeno quemar los libros que quedaban en la biblioteca de Alejandria.Dejemos claro que esa ciencia que si llego a Europa a traves del mundo musulman, no nace del Islam ni del Coran, sino que la civilizacion Islamica le sirve de vehiculo y de “caldo de cultivo” por su tolerancia, entonces, a las ideas (a diferencia del Islam de hoy).Seria lo mismo que decir que la Fisica viene de la religion Cristiana porque Isaac Newton estudio en el seminario. Venga ya! Dejad de vender esa vida mejor que trae el Islam: sera que Cairo, Yemen, Malasia y otros tantos paises musulmanes son ejemplo de vida mejor y de gran desarrollo cultural y economico? Si no fuera por el petroleo (una loteria, claro), me pregunto si el Islam tendria tanta propaganda.

El Joraique13 Junio, 2009 a las 7:03 pm
Vaya una sartá de topicazos que nos escribe “Roena”. Sobre la difusión del Islam gracias al petroleo: La mayor difusión del Islám tuvo lugarn entro los siglos VIII y XV y entonces no había petroleo.El contrasentido del islam tolerante del pasado contra el islam intolerante del presente: El islam del pasado y del presente es el mismo, no ha cambiado ni una sola letra. La intolerancia que estos islamófobos le achacan al islam por existir en muchos de los paises de mayoría islámicas dictaduras, no se lo pedemos achacar al Islam. El Islam no ha generado esas dictaduras. Las han generado los intereses coloniales de Occidente. Esas dictaduras, amigas de Occidente actuan principalmente contra su propio pueblo, contra musulmanes que las sufren, las combaten y pagan por ello, muchas veces con su vida.Y sobre el conocimiento: La tolerancia que el Islam predica con todas las culturas y pueblos ha hecho posible que el conocimiento se concentrara y se expandiera posteriormente. Este conocimiento y unas formas sociales que el Islam trajo a Andalucía, junto con el acervo cultural autóctono trajo consigo una de las civilizaciones de mayor esplendor de la historia, la civilización andalusí. Los miles de sabios andalusies que están constatados y estudiados no se convirtieron, nacieron en sociedades musulmanas. La búsqueda de conocimiento a la que el korán commina al ser humano y la sociedad andalusí, cuyos valores (tolerancia, búsqueda espiritual, respeto al diferente, esfuerzo) se basaban en el Islam propiciaron esa cantidad enorme de sabios y de conocimiento. Decir que el Islam nada tubo que ver con el conocimiento en Al-Andalus es una muestra de torpeza intelectual y desconocimiento, del Islam y de la civilización andalusí

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesantísimo artículo.