lunes, 13 de julio de 2009

PEREZ DE HITA: El zapatero que creó la novela histórica

A Ginés Pérez de Hita se le atribuye ser el padre de los relatos de tema morisco
T.Martinez/laverdad.es

«Ginés Pérez de Hita, no sólo merece un lugar eminente en nuestra literatura por su obra, sino, sobre todo por ser como el fundador de la novela histórica y el que más contribuyó a la nueva moda de los romances moriscos». Parafraseando a Juan Guirao y Manuel Muñoz Barberán en De la vida murciana de Ginés Pérez de Hita, encontramos una alusión a la faceta que más destacó de este personaje que figura como ilustre lorquino, aunque también Mula y Murcia se disputan el haber sido cuna de nacimiento de este poeta e historiador.
Las confusas investigaciones han dado lugar a numerosos equívocos sobre esta figura de la que no se sabe a ciencia cierta cuándo y donEl zapatero que creó la novela histórica
de nació, aunque Guirao y Barberán citan el año 1537 como el de su llegada al mundo. «En una declaración lorquina, como testigo en un complicado pleito, Ginés Pérez, zapatero, dice tener treinta años, poco más o menos, y esto lo afirma en octubre de 1567; hemos de suponerle nacido, no sabemos donde, allá por el año de gracia de 1537, uno antes o uno después».
No fue Pérez de Hita el apellido original del escritor, sino Ginés Pérez de La Chica. Hijo de Pedro Fernández de La Chica, al que se ubica en un pueblecito de Jaen. Las primeras noticias que se tienen de Pérez de Hita son en Vélez Rubio. Allí se casa con Isabel Botía, hija de Antón Lázaro, protegido del Marqués de los Vélez. En Lorca, aparece Pérez de Hita firmando como testigo en escrituras en los primeros meses de 1560. Es a su llegada a la ciudad del sol cuando cambia su apellido paterno y comienza a ejercer de zapatero de nuevo¯ no arreglaba zapatos sino que los confeccionaba¯.
Su profesión en Lorca la comparte con su afición por la poesía, entremeses y cantables para las fiestas del Corpus. Se le atribuye la organización de dicha celebración religiosa en los años 1564, 1568 y 1572. También en otros puntos de la Región como Murcia y Cartagena. En ambas ciudades estuvo viviendo a partir del año 1578.
Su obra maestra, las Guerras Civiles de Granada o Historia de los bandos de los Zegríes y Abencerrajes apareció en Zaragoza en el año 1595. Era la primera parte de un texto que tendría su continuación en Cuenca en 1619, según Francisco Javier Díez de Revenga. El texto ha sido considerado «como la fuente de toda la novela moderna romántica y posromántica de tema morisco». Su fama sobrepasó las fronteras del país y como señala el propio Díez de Revenga, «a partir de las investigaciones de Neal Wiegman, sabemos lo importante que Ginés Pérez de Hita fue para el desarrollo de la novela romántica europea, especialmente la de Chateubriand o Víctor Hugo».
Entre su creación literaria más antigua figura el Libro de la población y hazañas de la muy nobilísima y leal Ciudad de Lorca, escrita en 1572 y no publicada hasta el año 1929. Se trata de un poema en octavas que parte de los orígenes legendarios de la ciudad. En 1575 escribe un poema para describir las fiestas de Lorca con motivo de la batalla de Lepanto y el nacimiento del príncipe Fernando.
También guerrero
No falta, como en la mayoría de los personajes de esta época, un capítulo bélico en la biografía de Pérez de Hita. En 1569 participó en la batalla de Félix contra los moriscos, y en abril del mismo año se alista con las tropas de Lorca y el marqués de los Vélez para participar en las guerras civiles de Granada. En Lorca cuenta con una calle desde el año 1860, y da nombre al colegio público de La Viña.
Algunos historiadores señalan que a partir del año 1600 se dejan de tener noticias de Pérez de Hita, tras participar en la catedral de Murcia en las exequias de Felipe II. Han sido muchos los esfuerzos realizados por los investigadores para conocer más detalles de este gran desconocido de cuya obra Menéndez Pelayo escribió: «Una obra como la de Hita, que con tal fuerza ha hablado de la imaginación de los hombres por más de tres centurias y ha trazado tal surco en la literatura universal, por fuerza ha de tener condiciones de primer orden».

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