FORTALEZA DEL ESTADO RADICA EN PACTOS CON DELINCUENCIA
Durante el coloquio internacional Colombianización de México o mexicanización de Colombia, el doctor Alberto Olvera Rivera, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana, dijo que la fortaleza del Estado mexicano está fundada mediante pactos entre políticos y delincuencia organizada.
La transición a la democracia, dijo, rompió con este esquema de organización descentralizando el poder de una manera radical y junto con esto emergió una renegociación de los viejos pactos, entre éstos, los que se tenían con el crimen organizado.
En este contexto, resaltó que una de las características del Estado mexicano – constitutiva de su funcionamiento y necesaria para su operatividad– es un grado de corrupción sistémica necesaria para flexibilizar una ley que no se cumple y una operación gubernamental que es necesaria.
“En todo el país, donde por un lado no existe un estado de derecho porque la ley no se aplica, y por el otro, el gobierno tiene la necesidad de operar y resolver problemas, la única forma de mediar es la corrupción”.
El problema de este funcionamiento sistémico es que está abierto el espacio para que el narcotráfico penetre al Estado mexicano, y con esta práctica continua de la corrupción es lógico que México esté poco dotado para que desde la policía y el sistema de justicia se pueda combatir al crimen organizado.
El crimen organizado, dijo, ha aprendido a jugar con las reglas históricas del sistema político mexicano y por lo tanto a penetrar a distintas instancias estatales y al aparato policiaco vía esa corrupción que precede al narcotráfico y que éste utiliza de manera creativa e inteligente.
Es esto lo que se convierte en un problema difícil de resolver y sobre todo para que los gobiernos estatales puedan combatir de una manera efectiva al narcotráfico, “porque si siguen ellos operando las viejas reglas del sistema político significa que la corrupción sistémica seguirá siendo necesaria”.
(Jefté Martínez Mercado)
Milenio El Portal
Durante el coloquio internacional Colombianización de México o mexicanización de Colombia, el doctor Alberto Olvera Rivera, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana, dijo que la fortaleza del Estado mexicano está fundada mediante pactos entre políticos y delincuencia organizada.
La transición a la democracia, dijo, rompió con este esquema de organización descentralizando el poder de una manera radical y junto con esto emergió una renegociación de los viejos pactos, entre éstos, los que se tenían con el crimen organizado.
En este contexto, resaltó que una de las características del Estado mexicano – constitutiva de su funcionamiento y necesaria para su operatividad– es un grado de corrupción sistémica necesaria para flexibilizar una ley que no se cumple y una operación gubernamental que es necesaria.
“En todo el país, donde por un lado no existe un estado de derecho porque la ley no se aplica, y por el otro, el gobierno tiene la necesidad de operar y resolver problemas, la única forma de mediar es la corrupción”.
El problema de este funcionamiento sistémico es que está abierto el espacio para que el narcotráfico penetre al Estado mexicano, y con esta práctica continua de la corrupción es lógico que México esté poco dotado para que desde la policía y el sistema de justicia se pueda combatir al crimen organizado.
El crimen organizado, dijo, ha aprendido a jugar con las reglas históricas del sistema político mexicano y por lo tanto a penetrar a distintas instancias estatales y al aparato policiaco vía esa corrupción que precede al narcotráfico y que éste utiliza de manera creativa e inteligente.
Es esto lo que se convierte en un problema difícil de resolver y sobre todo para que los gobiernos estatales puedan combatir de una manera efectiva al narcotráfico, “porque si siguen ellos operando las viejas reglas del sistema político significa que la corrupción sistémica seguirá siendo necesaria”.
(Jefté Martínez Mercado)
Milenio El Portal
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