Ejes estructurales para la transformación de la UV
(Apunte preliminar)
Como lo he señalado en anteriores reflexiones, el proyecto de transformación estructural y orgánica de la Universidad Veracruzana que sustento no es expresión de un quehacer personal. Se trata de una propuesta plural en la que concurren diferentes perspectivas, gestadas en distintos campos disciplinarios. Su diseño resulta de un ejercicio nutrido por las ideas de distinguidos académicos, que se han articulado para integrar un proyecto renovador, participativo y profundamente crítico. Explicado esquemáticamente, los ejes de este programa refieren a:
I. Una nueva lógica del poder (de la autoridad y el gobierno universitario), que incide en la revisión exhaustiva de la normatividad institucional, en la reordenación de la estructura orgánica de la UV y en el paso decisivo (postergado por muchos años) que implica transitar de la desconcentración a la descentralización académica, administrativa y financiera de la Universidad. Esta acción institucional habrá de realizarse con el concurso de todos los cuerpos colegiados, escuchando las proposiciones de la comunidad académica, orientándose hacia la construcción gradual de un sistema universitario con cinco rectorías. Gestión de aliento democrático opuesta a las líneas de mando vertical, autoritarias y personalistas.
II. Reorganización académica. Esta línea estratégica incidirá en los ámbitos de la docencia y la investigación (con especial énfasis en el posgrado), la gestión cultural y la extensión universitaria. Su sustento será un ejercicio real de planeación y evaluación participativa, con hondura crítica y orientación sistémica. Antes que pensar en el llenado de formatos y documentos burocráticos, habrá que construir instrumentos que recojan las diferentes propuestas para transformarse en herramientas para el conocimiento sustantivo de las fortalezas y debilidades de la UV.
La creación, difusión artística y la tarea editorial habrá de evaluarse y reorganizarse a fin de que alcance nuevas dimensiones (nacionales e internacionales) que las fortalezcan, priorizando un amplio programa dirigido hacia los estudiantes universitarios. Los significativos logros alcanzados en el ámbito editorial deberán acrecentarse propiciando nuevos espacios de expresión para jóvenes autores, equilibrando las publicaciones en las distintas áreas del conocimiento. Habrá de crearse una colección especial que recoja los estudios de los miembros del Sistema Nacional de Investigadores a fin de apoyar su membrecía y la difusión de sus contribuciones.
Es prioritaria una revisión exhaustiva de las actividades deportivas que propicie la construcción de un sistema vinculado orgánicamente a la formación universitaria integral. En este campo, los esfuerzos deben apoyar las acciones exitosas y reorientar de manera armónica los proyectos onerosos animados con fines mercantiles.
III. Reorganización administrativa. Este eje de acción se orientará al diseño de una nueva estructura que dinamice la gestión y permita el desarrollo de acciones eficientes y pertinentes para apoyar las tareas creación, investigación, docencia, gestión cultural y extensión. Lo anterior implica, en primera instancia, construir un sistema real de rendición de cuentas que incorpore la figura de la contraloría social. En este sentido, de acuerdo con lo que ha indicado E. Morin (“De la réforme de l’université”), la reorganización de un sistema (en tanto respuesta a un incremento del desorden) no es posible más que en un sistema abierto a su entorno. No más daños patrimoniales a la UV. Freno total a los dispendios que afectan las tareas sustantivas de la universidad.
En el marco de la legislación laboral, se priorizará el trato respetuoso con las entidades gremiales, en tanto protagonistas fundamentales del quehacer universitario. Diálogo constante, orientado a concertar visiones respecto a la grave crisis estructural que confronta nuestra universidad.
El diseño de los ejes antes perfilados se fundamentará en las evaluaciones externas e internas del quehacer universitario, así como los estudios que con un sentido crítico y prospectivo han analizado de manera clara y sin recovecos la profunda crisis estructural que vive la UV. En este sentido tiene particular importancia la obra A doce años de la autonomía. Una reflexión crítica sobre el pasado y el futuro de la Universidad Veracruzana, escrita por el destacado investigador Dr. Octavio Ochoa Contreras, que en nuestro proyecto cumple el papel de referente ordenador de las diversas propuestas, formuladas por sobresalientes académicos, con larga y fructífera trayectoria en la Universidad Veracruzana: los doctores y maestros José Velasco Toro, Esther Hernández Palacios, Carmen Blázquez, Francisco Alfonso Avilés, Abel Juárez, José Luis Martínez Morales, Gerardo Antonio Galindo, Guadalupe Vargas, Ana María Mora, Gloria Esperón, Joaquina Soto, Rafael Martínez Alarcón, María del Carmen Hernández, Jaime Ladrón de Guevara; importantes artistas y creadores como Iris Aburto, Manuel Montoro, Guillermo Barclay, Yosi Anaya, Rafael Villar, Javier Pucheta, y otros sobresalientes académicos y estudiantes quienes actualmente forman parte de la estructura directiva de la universidad, o cursan carreras en la misma. Omito sus nombres ante las acciones de hostigamiento que se han suscitado al interior de nuestra casa de estudios.
El último eje de esta propuesta refiere a la participación de la Universidad Veracruzana en el desarrollo de la entidad. El contenido y extensión de la propuesta pretende superar las acciones aisladas de vinculación social, mediante un verdadero proyecto de articulación que contemple nuevas formas de financiamiento (estatal, nacional e internacional), y el diseño de un plan de desarrollo de la educación superior (que comprenda acciones de las entidades de carácter privado y federal en la entidad). La universidad deberá mantener estrecha relación con el sector público, organismos empresariales y colegios profesionales a efecto de participar, mediante proyectos de investigación aplicada o cogestión, en acciones orientadas al desarrollo de la entidad, planteamiento que implica agregar un valor social al conocimiento. La capacidad de la UV en materia científica y tecnológica es una reserva estratégica que no se ha utilizado adecuadamente. Enfrenta cuatro problemáticas prioritarias que deben resolverse a corto y mediano plazo: 1. Endemismo; 2. Alta concentración en el campus central; 3. Producción desigual por áreas de conocimiento, y 4. Relevo generacional. En tal perspectiva debe revalorarse la función de la Universidad en tanto generadora de conocimientos y de soluciones a problemas que frenan el desarrollo (económicos, ambientales, sociales, sanitarios, etc.).
Desde luego, el núcleo que anima nuestro proyecto (todavía abierto a nuevas propuestas) tiene como referente central la autonomía, entendida en los términos que la expresa la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana. A partir de su marco jurídico la autonomía debe de fortalecerse con el ejercicio crítico, participativo, socialmente comprometido, el desarrollo de programas académicos de calidad y el escrupuloso manejo de los recursos. Como lo advierte el Dr. Octavio Ochoa Contreras en un libro próximo a publicarse, “la autonomía universitaria se manifiesta en la dimensión organizacional, en especial a través de su libertad para organizar y manejar académicamente el conocimiento y la universalidad del mismo”. La universidad es a la vez dependiente y autónoma de la sociedad en la cual se encuentra inmersa. Es decir, en nuestra universidad se expresan las complejas dinámicas del acontecer social de la entidad.
No hay duda: la hondura de la crisis en la Universidad Veracruzana marca la profundidad de las reformas que deberán de instrumentarse.
Dr. Félix Báez-Jorge
Miembro del Instituto Histórico-Sociales de la UV,
del Sistema Nacional de Investigaciones y
de la Academia Mexicana de Ciencias
Agradecemos sus comentarios y propuestas.
baeztransformaruv@gmail.com
www.felixbaez.blogspot.com
(Apunte preliminar)
Como lo he señalado en anteriores reflexiones, el proyecto de transformación estructural y orgánica de la Universidad Veracruzana que sustento no es expresión de un quehacer personal. Se trata de una propuesta plural en la que concurren diferentes perspectivas, gestadas en distintos campos disciplinarios. Su diseño resulta de un ejercicio nutrido por las ideas de distinguidos académicos, que se han articulado para integrar un proyecto renovador, participativo y profundamente crítico. Explicado esquemáticamente, los ejes de este programa refieren a:
I. Una nueva lógica del poder (de la autoridad y el gobierno universitario), que incide en la revisión exhaustiva de la normatividad institucional, en la reordenación de la estructura orgánica de la UV y en el paso decisivo (postergado por muchos años) que implica transitar de la desconcentración a la descentralización académica, administrativa y financiera de la Universidad. Esta acción institucional habrá de realizarse con el concurso de todos los cuerpos colegiados, escuchando las proposiciones de la comunidad académica, orientándose hacia la construcción gradual de un sistema universitario con cinco rectorías. Gestión de aliento democrático opuesta a las líneas de mando vertical, autoritarias y personalistas.
II. Reorganización académica. Esta línea estratégica incidirá en los ámbitos de la docencia y la investigación (con especial énfasis en el posgrado), la gestión cultural y la extensión universitaria. Su sustento será un ejercicio real de planeación y evaluación participativa, con hondura crítica y orientación sistémica. Antes que pensar en el llenado de formatos y documentos burocráticos, habrá que construir instrumentos que recojan las diferentes propuestas para transformarse en herramientas para el conocimiento sustantivo de las fortalezas y debilidades de la UV.
La creación, difusión artística y la tarea editorial habrá de evaluarse y reorganizarse a fin de que alcance nuevas dimensiones (nacionales e internacionales) que las fortalezcan, priorizando un amplio programa dirigido hacia los estudiantes universitarios. Los significativos logros alcanzados en el ámbito editorial deberán acrecentarse propiciando nuevos espacios de expresión para jóvenes autores, equilibrando las publicaciones en las distintas áreas del conocimiento. Habrá de crearse una colección especial que recoja los estudios de los miembros del Sistema Nacional de Investigadores a fin de apoyar su membrecía y la difusión de sus contribuciones.
Es prioritaria una revisión exhaustiva de las actividades deportivas que propicie la construcción de un sistema vinculado orgánicamente a la formación universitaria integral. En este campo, los esfuerzos deben apoyar las acciones exitosas y reorientar de manera armónica los proyectos onerosos animados con fines mercantiles.
III. Reorganización administrativa. Este eje de acción se orientará al diseño de una nueva estructura que dinamice la gestión y permita el desarrollo de acciones eficientes y pertinentes para apoyar las tareas creación, investigación, docencia, gestión cultural y extensión. Lo anterior implica, en primera instancia, construir un sistema real de rendición de cuentas que incorpore la figura de la contraloría social. En este sentido, de acuerdo con lo que ha indicado E. Morin (“De la réforme de l’université”), la reorganización de un sistema (en tanto respuesta a un incremento del desorden) no es posible más que en un sistema abierto a su entorno. No más daños patrimoniales a la UV. Freno total a los dispendios que afectan las tareas sustantivas de la universidad.
En el marco de la legislación laboral, se priorizará el trato respetuoso con las entidades gremiales, en tanto protagonistas fundamentales del quehacer universitario. Diálogo constante, orientado a concertar visiones respecto a la grave crisis estructural que confronta nuestra universidad.
El diseño de los ejes antes perfilados se fundamentará en las evaluaciones externas e internas del quehacer universitario, así como los estudios que con un sentido crítico y prospectivo han analizado de manera clara y sin recovecos la profunda crisis estructural que vive la UV. En este sentido tiene particular importancia la obra A doce años de la autonomía. Una reflexión crítica sobre el pasado y el futuro de la Universidad Veracruzana, escrita por el destacado investigador Dr. Octavio Ochoa Contreras, que en nuestro proyecto cumple el papel de referente ordenador de las diversas propuestas, formuladas por sobresalientes académicos, con larga y fructífera trayectoria en la Universidad Veracruzana: los doctores y maestros José Velasco Toro, Esther Hernández Palacios, Carmen Blázquez, Francisco Alfonso Avilés, Abel Juárez, José Luis Martínez Morales, Gerardo Antonio Galindo, Guadalupe Vargas, Ana María Mora, Gloria Esperón, Joaquina Soto, Rafael Martínez Alarcón, María del Carmen Hernández, Jaime Ladrón de Guevara; importantes artistas y creadores como Iris Aburto, Manuel Montoro, Guillermo Barclay, Yosi Anaya, Rafael Villar, Javier Pucheta, y otros sobresalientes académicos y estudiantes quienes actualmente forman parte de la estructura directiva de la universidad, o cursan carreras en la misma. Omito sus nombres ante las acciones de hostigamiento que se han suscitado al interior de nuestra casa de estudios.
El último eje de esta propuesta refiere a la participación de la Universidad Veracruzana en el desarrollo de la entidad. El contenido y extensión de la propuesta pretende superar las acciones aisladas de vinculación social, mediante un verdadero proyecto de articulación que contemple nuevas formas de financiamiento (estatal, nacional e internacional), y el diseño de un plan de desarrollo de la educación superior (que comprenda acciones de las entidades de carácter privado y federal en la entidad). La universidad deberá mantener estrecha relación con el sector público, organismos empresariales y colegios profesionales a efecto de participar, mediante proyectos de investigación aplicada o cogestión, en acciones orientadas al desarrollo de la entidad, planteamiento que implica agregar un valor social al conocimiento. La capacidad de la UV en materia científica y tecnológica es una reserva estratégica que no se ha utilizado adecuadamente. Enfrenta cuatro problemáticas prioritarias que deben resolverse a corto y mediano plazo: 1. Endemismo; 2. Alta concentración en el campus central; 3. Producción desigual por áreas de conocimiento, y 4. Relevo generacional. En tal perspectiva debe revalorarse la función de la Universidad en tanto generadora de conocimientos y de soluciones a problemas que frenan el desarrollo (económicos, ambientales, sociales, sanitarios, etc.).
Desde luego, el núcleo que anima nuestro proyecto (todavía abierto a nuevas propuestas) tiene como referente central la autonomía, entendida en los términos que la expresa la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana. A partir de su marco jurídico la autonomía debe de fortalecerse con el ejercicio crítico, participativo, socialmente comprometido, el desarrollo de programas académicos de calidad y el escrupuloso manejo de los recursos. Como lo advierte el Dr. Octavio Ochoa Contreras en un libro próximo a publicarse, “la autonomía universitaria se manifiesta en la dimensión organizacional, en especial a través de su libertad para organizar y manejar académicamente el conocimiento y la universalidad del mismo”. La universidad es a la vez dependiente y autónoma de la sociedad en la cual se encuentra inmersa. Es decir, en nuestra universidad se expresan las complejas dinámicas del acontecer social de la entidad.
No hay duda: la hondura de la crisis en la Universidad Veracruzana marca la profundidad de las reformas que deberán de instrumentarse.
Dr. Félix Báez-Jorge
Miembro del Instituto Histórico-Sociales de la UV,
del Sistema Nacional de Investigaciones y
de la Academia Mexicana de Ciencias
Agradecemos sus comentarios y propuestas.
baeztransformaruv@gmail.com
www.felixbaez.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario